Desde los albores de la civilización, el hombre ha querido representar a través de signos y diferentes elementos gráficos su comprensión del entorno. La pintura rupestre es un vestigio de la primitiva necesidad del ser humano por comunicarse y transmitir mensajes que van desde lo lo táctico (como advertir a las tribus cercanas sobre el peligro de animales salvajes en los alrededores) hasta lo trascendental (como la declaración de su simple existencia y que se pasó por esa caverna). Los científicos hoy tienen claro que el conocimiento empezó difundiéndose a través de historias contadas al lado de una hoguera, e ilustradas progresivamente a través de símbolos que bien podían ser dibujados en la propia tierra o en cualquier superficie que brindara la naturaleza.
Para Harari (2014) “la característica realmente única de nuestro lenguaje no es la capacidad de transmitir información sobre los hombres y los leones. Más bien es la capacidad de transmitir información acerca de cosas que no existen en absoluto”. Lo cierto es que nuestro cerebro fue evolucionando con los hábitos de nuestros primeros ancestros y desarrolló una habilidad fantástica para procesar rápidamente las imágenes, las formas y los colores como representación de su entorno.
Estas competencias se fueron refinando y cobraron total relevancia en la medida que el cerebro humano se fue exponiendo a cada vez mayores volúmenes de estímulos e información, que le implican tomar decisiones, en un fenómeno que hoy muchos agrupan bajo el concepto de “Big Data”. Vivimos inmersos en un mundo saturado de datos e información y quizás en ningún momento de la historia había sido más valioso la capacidad de filtrar el contenido al que nos exponemos diariamente. Según Ignasi Alcalde, experto español en visualización de datos y conocimiento, hoy nos exponemos a 5 veces más información que la que recibíamos hace 30 años, y al final del día, de los impactos visuales recibidos, quizás recordaremos solo el 10% (Ignasi Alcalde, 2015).
De esta manera, al tener una multiplicidad de fuentes de información para la toma de decisiones, es clave aprender a discernir lo esencial sobre lo superfluo, lo fundamental sobre lo etéreo; y es aquí donde entra a jugar un rol crucial la visualización de datos, o “la representación de datos a través de atributos visuales fáciles de entender, como gráficas, diagramas, mapas, piezas interactivas y más” (Rockcontent, 2020). Existen varios conceptos que rondan a los datos y con los que se suele confundir la data visualization. Entre ellos: data mining, data analysis, computer graphics, infographics, entre otros. De acuerdo con Theron (2021, p. 42) “independientemente de la nomenclatura, se identifica un objetivo común: la transformación de información/datos en representaciones visuales orientadas a ser percibidas por un espectador.”
Este artículo inicia con una breve reseña de los orígenes del concepto, desde una visión antropológica, hasta llegar a los diferentes motivos que han influenciado para su auge como disciplina en nuestros días. De igual manera, se ahonda en los beneficios de la visualización de datos, en términos de comunicación, y la facilidad para su despliegue a diferentes tipos de audiencias. Ya sea que el lector sea un estudiante, un empresario con trayectoria o simplemente un ejecutivo con curiosidad intelectual, este artículo pretende ser una lectura de utilidad y relevancia para todo aquel interesado en entender por qué el “cómo se presenta” la información, puede llegar a ser tan importante como “lo que se presenta”.
Orígenes y evolución de la visualización de datos
El académico Antonio Montes de Oca describe de manera notable las primeras etapas del proceso humano para organizar y entender su entorno:
Desde los inicios de la civilización, el hombre ha manifestado su tendencia y habilidad para organizar la información, puede hablarse desde el agrupamiento y clasificación de utensilios de trabajo, de caza, de pesca, etc. o de la propia creación de las estructuras comunitarias -cazadores, guerreros, sabios-, entre otras entidades que surgieron en las primeras formas de sociedad. Las respuestas a interrogantes como, quiénes somos, qué hacemos, cómo vivimos; revelan la existencia de un sistema de clasificación que constituyó el cimiento del conocimiento sobre nosotros mismos y el mundo en que vivimos. (Montes de Oca, 2004, n.p.)
Cuando empezó a ser necesario un sistema para depositar la información vital para las relaciones y el comercio, surgieron los números y los primeros esbozos de lo que hoy llamamos matemáticas. Sin embargo, lo interesante es que el cerebro humano no se adaptó a procesar los números, pues los cazadores-recolectores para sobrevivir no necesitaban recordar, por ejemplo, el número de frutos que tuviera cada árbol del bosque; realmente nunca se vieron obligados a manejar una gran cantidad de datos. (Harari, 2014).
En los años recientes, un gran impulso para la visualización de datos ha sido el acceso a una mayor cantidad y complejidad de datos científicos, así como “los avances tecnológicos en el rendimiento de los procesadores informáticos y la capacidad de almacenamiento de los mismos (Chittaro, 2001, p. 83 como se cita en Theron, 2021, p. 40). Es interesante como la visualización de datos aparece en la intersección de diferentes campos del conocimiento: la ciencia, el diseño, el arte y hasta el periodismo, lo que la convierte en una disciplina establecida, poderosa y un eje fundamental en la difusión del conocimiento.
Para Esteban (2015) la VD se ha convertido en un crisol para la innovación constante constante, lo que se explica tanto por el desarrollo de nuevas herramientas utilizadas (software) como por un número cada vez mayor de especialidades en las que influye. En este mismo sentido, en relación a las ventajas de la VD cuando hablamos de series grandes de datos, el portal appvizer.com refiere, “como en el caso del Big Data, en la visualización de datos, mientras más numerosa sea la información (mayores sean las data sources), más útil en términos de importancia será el análisis.” (appvizer, 2021, n.p.).
Teniendo en cuenta el objeto del presente documento, y con el ánimo de reforzar el argumento maestro, se utilizará una gráfica, entendida como un recurso visual, para destacar la creciente importancia del concepto de “data visualization” a nivel global. En el Gráfico 1 se puede apreciar la curva ascendente del término de búsqueda a nivel mundial, la cual coincide con la masificación del internet, la proliferación de las redes sociales y demás plataformas colaborativas. Vale anotar que un valor de 100 en el eje “Y” indica la popularidad máxima de un término, que explica claramente el auge de este concepto en nuestros días.
Gráfico 1. Tendencia de búsqueda web del término “Data visualization” desde el año 2004 hasta nuestros días

Por su parte, la comunidad científica a partir del inicio del siglo XXI también desplegó un interés sustancial en la visualización de datos, tal como se puede observar en el gráfico 2, el cual ilustra las citas y publicaciones y citaciones indexadas en Microsoft® Academic, para el tópico “data visualization”.
Gráfico 2. Publicaciones y citas para el tema «data visualization» indexadas en Microsoft Academic

Beneficios de la visualización de datos
La información numérica puede llegar a ser bastante fría y poco persuasiva. Esto no es un tema menos, en tiempos donde la atención promedio de las personas disminuye sustancialmente. David McCandless, periodista y autor reconocido en lo que concierne a la visualización de datos, en una famosa charla TED que presentó en 2010, afirmaba como visualizar la información nos permite ver patrones y conexiones importantes, le da más sentido a los datos para incluso contar historias, lo que permitirá además centrar la atención en lo verdaderamente relevante. (TED, 2010). Identificar patrones, analizar tendencias y, por supuesto, tomar decisiones, hacen parte del panorama laboral de cualquier ejecutivo del siglo XXI, y para esto la claridad se convierte en poder, tal como sugiere Harari (2018) al afirmar que es el líder el llamado a no perder de vista el bosque, en medio de las ramas que surgen a cada momento, nublando la visión.
El adagio popular reza que “una imagen vale más que mil palabras” sin embargo, ¿qué dice la ciencia sobre ello? Según Ana García Abad, Managing Director Spain en Ogilvy Health agencia perteneciente a AEAPS, “el 90% de la información que procesa el cerebro es visual. De ahí que seamos capaces de recordar el 80% de las imágenes, y únicamente el 20% del texto, o el 10% del sonido”. (Diariofarma, 2019, n.p.). Del mismo modo, con relación a la importancia del sentido visual en la percepción humana y el porqué de nuestra fascinación con las formas, los patrones y los colores, el periodista David McCandless anota lo siguiente:
El ojo es muy sensible a los patrones de variaciones de color, forma y patrón. Al ojo le encantan y los considera hermosos. Es el lenguaje visual. Y si se combina ese lenguaje visual con el lenguaje mental, que versa sobre palabras, números y conceptos, se empieza a hablar dos idiomas simultáneamente, uno mejorando al otro. Así, primero es el ojo y luego ocurren los conceptos Y todo esto son dos lenguas trabajando al mismo tiempo. (TED, 2010, n.p.)
Según el portal appvizer, cuando los datos son representados de manera adecuada, estos pueden ser más útiles, ya que se vuelven más claros y fáciles de leer (appvizer, 2021). Finalmente, resulta pertinente citar a Tor Nørretranders, físico danés quien explicó la velocidad del procesamiento de cada uno de los sentidos a través de una metáfora que él llamó “el ancho de banda de los sentidos”, una Infografía que presenta su investigación sobre la velocidad de los sentidos en relación con los términos informáticos:
Concluyó que el sentido de la vista es comparable a 1250 MB/s, o el mismo ancho de banda que una red informática. Si comparamos la vista con el siguiente sentido más fuerte, la velocidad de procesamiento de la vista es 10 veces más rápida. Si se tiene en cuenta la capacidad de la mente para procesar información visual 60.000 veces más rápido y con mayor comprensión que el texto, se obtiene una red de mente y ojos preparada y lista para la visualización de datos y la infografía. (Wiredcraft, 2015, n.p.)
En el Gráfico 3 podremos observar la afamada infografía creada por Nørretranders, en donde queda claro, la influencia de la vista en el procesamiento de la información de nuestro entorno.
Gráfico 3. El ancho de banda de los sentidos, infografía creada por Tor Nørretranders

Consideraciones Finales
A través de este documento se ha descrito brevemente algunas de las causas que explican el crecimiento inusitado de la visualización de datos como disciplina. De igual manera, el lector tendrá una mejor comprensión de por qué las gráficas, las formas y los colores son tan naturales y de comprensión rápida para el cerebro humano.
Por otro lado, vale destacar que el factor viral también ha jugado un papel fundamental en el auge de la visualización de datos en los últimos años. Es mucho más sencillo y probable que una persona comparta en sus redes sociales una infografía (en formato de imagen que le haya causado impacto, que esa misma persona comparta el reporte (en excel) que muestra los mismos datos. Simplemente la información representada de manera visual es más atractiva y, por lo tanto, genera más engagement.
Fuente Imagen: @ASPhotohrapy en Pixabay.
Referencias Bibliográficas
Appvizer (2021) ¿Cómo la visualización de datos facilita el análisis de los mismos? Disponible en https://www.appvizer.es/revista/analitica-web/cuadro-mando/data-visualisation Consultado el 24 de noviembre de 2023.
Chittaro, L. (2001). Information visualization and its application to medicine. Artificial Intelligence in Medicine, Vol 22, nº 2, p. 81-88. Disponible el 22 de noviembre de 2023, de https://doi:10.1016/S0933-3657(00)00101-9
Diariofarma (2019) El cerebro entiende lo visual Disponible en https://diariofarma.com/2019/09/26/marketing-de-influencia-en-el-sector-salud-la-figura-del-influencer-2 Consultado el 24 de noviembre de 2023.
Esteban, C. (2015). La visualización de datos: evolución de la infografía en el siglo XXI. Tesis de Grado de Doctorado. Universidad Complutense de Madrid, Madrid, España. Disponible el 25 de noviembre de 2023, de https://docta.ucm.es/entities/publication/2a61e097-02a6-4e5a-848d-b7e5a48fdd2e
Google Trends (2023) Data Visualization Disponible en https://trends.google.es/trends/explore?date=all&q=data%20visualization&hl=es Consultado el 24 de noviembre de 2023.
Harari, Y. (2014). De animales a dioses: Breve historia de la humanidad (1a ed). Bogotá: Penguin Random House Grupo Editorial.
Harari, Y. (2018). 21 lecciones para el Siglo XXI (Edición en formato digital). Barcelona: Penguin Random House Grupo Editorial España.
Ignasi Alcalde (2015) Visualiza: Comprender a través de la información visual Disponible en https://ignasialcalde.es/visualiza-comprender-a-traves-de-la-informacion-visual/ Consultado el 22 de noviembre de 2023.
Montes de Oca, A. (2004). Arquitectura de información y usabilidad: nociones básicas para los profesionales de la información. ACIMED. Ciudad de La Habana, Vol 12, n° 6, p. 1-1. Disponible el 22 de noviembre de 2023, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1024-94352004000600004
Rockcontent (2020) Visualización de datos: lo que necesitas saber para presentar datos de manera sencilla y asimilable Disponible en https://rockcontent.com/es/blog/visualizacion-de-datos/ Consultado el 22 de noviembre de 2023.
TED (2010) David McCandless: La belleza de la visualización de datos Disponible en https://www.ted.com/talks/david_mccandless_the_beauty_of_data_visualization/transcript?language=es&subtitle=es Consultado el 24 de noviembre de 2023.
Theron, R. (2021). Visualización de datos: caminos de ida y vuelta entre arte y ciencia en la producción y consumo de imágenes. Fonseca, Journal of Communication. Salamanca, n° 23, p. 39-60. Disponible el 22 de noviembre de 2023, de https://revistas.usal.es/cuatro/index.php/2172-9077/article/view/fjc2021233960
Wiredcraft (2015) Data Visualization: Processing Images at 1250MB/s Disponible en https://wiredcraft.com/blog/data-visualizations-images/ Consultado el 27 de noviembre de 2023.
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